Las posibilidades de supervivencia de alguien que recibe una reanimación cardiopulmonar (RCP) efectiva y eficaz varían ampliamente y dependen de varios factores. La RCP es muy importante en situaciones de emergencia como un paro cardíaco para mantener la circulación sanguínea y oxigenar el cuerpo.
Es importante comprender que la RCP por sí sola puede no resolver el problema subyacente. Además de la desfibrilación temprana, la atención médica especializada y el tratamiento posterior de la causa del paro cardíaco, el paro cardíaco es un eslabón crítico en la cadena de supervivencia.
Las estadísticas pueden variar, pero en general, una reanimación temprana y eficaz durante un paro cardíaco duplica o incluso triplica las posibilidades de supervivencia pero la supervivencia también puede depender de los siguientes factores:
Ritmo cardíaco inicial: relacionado con si el paro cardíaco fue causado por un ritmo cardíaco desfibrilable (como fibrilación ventricular o taquicardia ventricular) la desfibrilación temprana y la RCP pueden aumentar en gran medida las posibilidades de supervivencia.
Iniciar RCP: La RCP temprana aumenta las posibilidades de supervivencia. Sin un flujo sanguíneo suficiente, las posibilidades de curación se reducen.
Calidad de la RCP: La RCP eficaz incluye compresiones torácicas de alta calidad, profundidad y frecuencia adecuadas y ventilación adecuada.
Formación y Experiencia: La calidad de la RCP también depende de la formación y experiencia de la persona que la realiza. Por ello, ISSEFE destaca la importancia de la formación en RCP y uso del desfibrilador, formación que todos deberíamos recibir.
La RCP eficaz es fundamental para mantener el flujo sanguíneo y el oxígeno en el cuerpo hasta que llegue la ayuda profesional. En una emergencia médica, cada minuto cuenta y una reanimación rápida y eficaz puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.